ES UN LUGAR MUY CERCA DEL PARAÍSO

La playa de Ferrando, en Colonia del Sacramento, es de una belleza y de una singularidad sin igual. Al agua cálida se le suma un Sol bravío en Enero y la arena. Esa arena que lo deposita bajo unos frondosos árboles. Y a su sombra reparadora le permiten a viajero disfrutar de un almuerzo, frugal o como si se terminara el mundo, en restoranes que exhiben asado de carne de vaca y de cerdo. Además de chorizos de distintos tipos. Unos minutos de sueño anteceden un retorno al agua. ¿Cómo se regresa al hotel? En la pequeña scooter o bicicleta de alquiler. O simplemente caminando para favorecer la digestión. En Uruguay, todo es posible.

UN DOMINGO DE TANGO EN SAN TELMO

Los compases de un tango de Carlos Gardel brotan de su guitarra. Una voz, casi un susurro, habla de lo feo que es "volver con la frente marchita..." Él en sí es un espectáculo para el disfrute de los turistas. Impecable y pulcro parece haber congelado el tiempo. Y uno se imagina que así era el Buenos Aires de antaño. Simpático, canchero y amable posa una y otra vez para ser registrado por los visitantes de una tarde de domingo. Yo no quise romper la magia del momento y opté por tomarlo, con una pequeña cámara digital. Siga tocando maestro...

 

 

SOL Y GEOMETRÍA EN LA ESCALERA

Los colores vivos se asocian a la geometría de las figuras que nos propone el Sol, en una fría tarde invernal. El mítico Barrio de La Boca ofrece al visitante sitios como éstos, donde el Kitsch se quedó a vivir para siempre en este pintoresco lugar de Buenos Aires. Lo antiguo revive, a cada paso, reciclado para convertiste en el hábitat de un sector carenciado de la sociedad porteña. Construcciones realizadas en las primeras décadas del Siglo XX resisten a pie firme el paso del tiempo.

ENIGMÁTICO PERSONAJE EN LA RECOLETA

Es casi imposible obviar su presencia. Él está ahí. Solo. Medita en una siesta de Otoño. Nada parece perturbarlo. Buenos Aires está detenida en ese instante. Y él lo sabe.

DE SUS MANOS BROTAN LOS OBJETOS

Guarecido del impiadoso Sol de una siesta de Enero el artesano da rienda suelta su creación en su puesto de San Telmo.

CONVERSACIÓN Y LLUVIA de OTOÑO

Es la hora de la siesta y ellos caminan dialogando. Una fina y persistente llovizna es su compañera de ruta.

La Tristeza no tiene fin en SANTA ANA

Este espacio se llenaba con las voces de los obreros del Ingenio Santa Ana. Desde su desaparición física en 1966 sólo los yuyos crecen en este páramo. La tristeza no tiene fin.

SANTA ANA es el Pueblo de la SOMBRAS

Desde que un Golpe Militar, en 1966, ordenara cerrar el Ingenio azucarero del mismo nombre el pueblo sólo alberga a las sombras. Ésas que un día reemplazaron a las luces de los amaneceres pletóricos de obreros trabajando. La melancolía se pasea por el pueblo.

Imagen de la soledad en SANTA ANA

Es otoño. Los rayos del Sol proyectan lo que quedó de la estructura del que fuera hasta 1966 el Ingenio azucarero Santa Ana. Desde entonces sus habitantes se debaten entre la pobreza y la exclusión social.

LA OFERTA DEL SHOPPING AMBULANTE

Un joven vendedor viaja en el camión-shopping que recorre, en una calurosa siesta, la calle principal del pueblo de Santa Ana.

EL SHOPPING DE LOS POBRES

Un viejo camión, cargado de baratijas, recorre las polvorientas calles de tierra del ex Ingenio Santa Ana, sito en el Sur de Tucumán.

ESTO ES LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ

Esto era, hasta 1966, el Ingenio azucarero más importante del Norte de la Argentina. SANTA ANA fue su nombre. Y el Gobierno que regía los destinos de país lo cerró, condenando a los pobladores de la ciudad del mismo nombre a una lenta agonía que parece no tener fin. La miseria llegó para quedarse en ese lugar. Unos habitantes tozudos resisten a pie firme el avance del atraso y la exclusión.